Algunos delincuentes son detenidos luego de investigaciones complejas, mediante operativos que requieren de la participación de distintas áreas especiales de la Policía. Otros, pueden ser atrapados de la forma más insólita. Y esto último fue lo que sucedió en la madrugada del domingo, en un barrio de la zona sur de San Miguel de Tucumán.
El protagonista del hecho es un hombre de 31 años. Cerca de las 4 de ayer, rompió la cerradura de la puerta principal de una vivienda, situada en Olleros al 200. Una vez dentro de la propiedad, que está siendo remodelada, separó una pala, un pico, un soldador, una escalera de aluminio y otras herramientas.
Un vecino escuchó los ruidos y se percató de que se estaba cometiendo un hurto. Por eso, llamó a la dueña, que se dirigió en el acto a la seccional 11 de la Policía a efectuar la denuncia.
Tras escuchar el relato de la víctima, un grupo de efectivos acudió al lugar para hacer una inspección. Sin embargo, escucharon ruidos extraños dentro de la casa, por lo que comenzaron a recorrerla. Fue así que encontraron al ladrón en un pasillo, plácidamente dormido. No pudo hacer mucho para evitar su arresto: fue detenido y llevado a la comisaría.
Este lunes por la mañana, la Justicia penal llevó adelante la audiencia en la que se formularon los cargos contra el imputado.
La Unidad Fiscal de Delitos Flagrantes IV, representada por el auxiliar de fiscal Fernando Godoy Ponce, presentó las pruebas ante la jueza Juana Juárez, y solicitó que se le dicte la prisión preventiva por 20 días, a los fines de avanzar con la investigación y de evitar posibles riesgos procesales.
La magistrada dio el visto bueno al planteo, por lo que, en principio, el delincuente debería ser trasladado a Villa Urquiza, según el informe del Ministerio Público Fiscal.